lo que viste / o lo que embiste,
son las presencias detenidas.
aparecen las sombras por un
proceso que va armando de lo
solemne un discurso. el tono
es la gravedad inequívoca.
aquí vemos a un guardia que
anticipa la escena. en el fondo
los guardianes de la paz en el
mundo. atrás la unión de los
países por el miedo a la des-
trucción y la fascinación/necesidad
de la guerra. lo simple es simpli-
ficar la experiencia. es fácil
hablar del dinero, de
lo espectacular de la trage-
dia, de la necesidad de carro-
ña en los periódicos. pero eso
ya también es un lugar común.
cadáver pestilente. carne para
devorar. sustentar el tiempo.
desarticular para construir otra
vez. una vez y otra. el asunto
no tiene solución. no la tendrá.
lo trágico no es nuestro asunto.
es el de ellos. lo discursivo
no es un asunto de vida.
los hombres ausentes,
los representados, grises,
así los describe elliot,
llegan de otra forma al estrado.
llegan en ausencia. detenidos
en formas compactas. que com-
pactan. imágenes que representan.
el dato es antiguo, casi caduco.
lo que aparece es un estrado,
los que contienden, hablan,
no son personas, son personajes,
investiduras. no importa ahí cualquier
cuestión personal, porque ahí es
irrelevante, lo entendemos. lo
que importa ahí es cómo llegar.
sabemos, también, que cualquier
decisión tomada será insuficiente.
la profundidad es insuficiente.
del otro lado pasa lo mismo.
el otro lado es una forma de decirlo.
ambos, a su modo, bien intencionados.
el asunto, lo dice bien rubén, un
buen amigo, es la localización de la ironía.
ironizar como mecanismo de solución.
como asimilación del mundo. encontrar
en el simplismo la solución por un contraste
doloroso. encontrar en el desplazamiento
la equiparación de las figuras, no de los
hombres.